20140419

G R O S E R O S I M U L A C R O

Pintura sobra tabla 117x103 cm
sin título - año 2014



















Mirar, apartar los ojos, cerrarlos para no ver. Taparse la cara y sin embargo mirar por los resquicios entre los dedos. Mirar lo que nadie antes había visto. Mirar lo que todo el mundo tiene delante de los ojos y finge no estar viendo. Mirar las cosas y las caras comunes y ver en ellas algo que no puede ser real y  sin embargo se sabe que es verdadero, aunque tenga el aire de una pesadilla o precisamente por eso. Mirar lo que se sabe que está prohibido aunque ninguna norma explicita lo indique así. Mirar y no esconder la mirada: confesar que se ha mirado. Hacer público lo que se ha visto aunque nadie escuche ni muestre interés. Mirar y desear no haber mirado y no olvidar ya nunca. Abrir los ojos en la oscuridad y distinguir poco a poco formas que se precisan en ella y que parecen sometidas a una rápida metamorfosis. Ver algo y cerrar los ojos apretando los parpados con la esperanza de lo que se ha visto haya desaparecido cuando vuelvan a abrirse. Mirar deseando. Mirar con los ojos atrapados por el deseo y alimentado por su tormento: se mira pero no se toca; se mira pero lo que toca y acaricia la mirada no es la piel si no el aire. Proyectar una luz poderosa contra la oscuridad y hacer que los bultos o monstruos que parecían habitar en ella se disuelvan sin rastro. Mirar de cerca lo que es aceptado como indiscutible y verdadero, hasta sagrado y descubrir un grosero simulacro.